La
biblioteca y el centro de información o documentación
En las bibliotecas y en los centros de información o
documentación,
los sistemas para la organización del conocimiento
sirven de puentes entre las necesidades de información de los usuarios y los
materiales en la colección.
La
situación del
usuario que enfrenta una
tarea de
recuperación de información
tiene algunas similitudes con la situación de un estudiante. Ambas situaciones
de "aprendizaje" tienen algo en común, y ese "algo" son las actividades de
gestión del conocimiento. El usuario debe navegar una organización
estructurada del conocimiento para llegar a un punto final, comprender y
seleccionar.
La organización del conocimiento es fundamental para garantizar el acceso del
usuario a los materiales en la colección, pero la mayoría de los recursos, como
los tesauros, han sido compiladas por especialistas para especialistas, y así,
el usuario medio, como los estudiantes, los investigadores, los políticos, los
abogados, y hasta los usuarios casuales, deben esforzarse para crear una
estrategia de búsqueda entre-lo-aceptable-y-lo-óptimo. Buscan para conocer, pero
para buscar deben conocer.
Los tesauros son aún un objeto desarrollado
siguiendo consideraciones prácticas, prácticamente inalteradas
después de varias décadas, e intentan representar
la estructura del conocimiento
transferida por los autores (según las consideraciones de funcionarios e
indizadores).
El objetivo principal de un tesauro es el controlar y estructurar el vocabulario
para garantizar
la coherencia
en la indización y la
eficacia en la recuperación,
aunque también puede ser usado (o es parte de su intención) para ayudar a los
usuarios a comprender un dominio específico
(ofreciendo mapas semánticos), mostrando las interrelaciones conceptuales, y
ayudando a formalizar las definiciones de términos.
Los tesauros pueden ser también utilizados como instrumentos para la adquisición
del vocabulario y para activar el pensamiento
en el momento de la búsqueda.
El tesauro es sobre todo una expresión de un lenguaje
técnico especializado y esquemas de
clasificación de un laboratorio o equipo (de personas) o de un
dominio en el cual el tesauro sedimenta la experiencia práctica y las ideas. En
este sentido, es una visión deliberadamente rígida
(deformada, falsa y distorsionada) del mundo. El usuario natural de un tesauro
es el indizador, no el
usuario final.
Lo mismo sucede con la manipulación de libros o de cualquier otro
tipo de documento en una más pequeña (aunque no por esto menos importante)
organización dedicada a la gestión de información: la
biblioteca escolar o académica,
museos, bibliotecas
especiales, etc. El usuario siempre se sentirá más a su gusto y su
experiencia será mucho más efectiva cuando accederá a las colecciones con una
interfaz gráfica y cognitiva y con métodos y estrategias de gestión del
conocimiento No hay diferencia si se trata de bibliotecas digitales o mixtas. |